• abril 30, 2024

La Cocina de Ángeles Álamos, Empresa Familiar “Mi idea es generar una experiencia alrededor de la cocina”

Por Doris Cancino

Frase destacada para el índice: Mucho más que clases de cocina

La Cocina de Ángeles Álamos es el negocio de las hermanas, Ángeles y Bernardita Álamos, quienes se complementan a la perfección. Juntas han sacado adelante este hermoso proyecto en torno a la cocina, donde el núcleo central es la tradición familiar.

Ángeles se sincera, “pongo mucho sentimiento, corazón, la parte social; y en general soy la cara visible del negocio, de partida tiene mi nombre. Sin embargo, sin el aporte de Bernardita esto habría sido una clase de cocina común y corriente, que quizás no habría prosperado. El crecimiento empresarial se lo debo a ella”.

Sus amigas definen a Ángeles como una persona extremadamente generosa en abrir su casa, en convocar. Siempre es la primera en buscar momentos de encuentro, es alegre y positiva. Amante de la estética en general y de armar cosas entretenidas. El gusto por la decoración es algo que le aflora y ha mostrado en el diseño de sus tiendas, como destaca, “la tienda de Vitacura quedó muy bonita. Miramos algunas cosas en Pinterest y armamos. Busco cosas en lugares más económicos y tomo como referente a otros diseñadores. Me caracterizo por armar algo lindo sin que necesariamente sean cosas caras. Algo muy importante es que se ve super hogareño; donde lo que representamos como hermanas, no es lo sofisticado, ni lo cien por ciento diseño. Las alumnas al llegar a clase ven un plato bonito, bien montado y no lo pueden creer. Sabemos elegir y no necesariamente tiene que ser caro”.

 

 

El inicio

Ángeles vivió diez años en Zapallar. En un minuto una de sus amigas le pidió hacer clases de cocina, luego siguieron algunos matrimonios y las invitaciones a comer a su casa. De vuelta en Santiago, formaron un grupo de cinco personas y de ahí no pararon. “Cuando en algún minuto tenía 50 alumnas que iban a mi casa, la Bernardita que es ingeniera comercial había dejado de trabajar y me propuso hacer esto de forma profesional y así partimos. Comenzamos arrendando un local en la Dehesa con Bernardo Larraín. La primera convocatoria fue por un aviso en Instagram. Sorprendentemente, se inscribieron 100 personas y ahí dimos el vamos”. Hoy cuentan con tres locales, en La Dehesa, Vitacura y Zapallar.

Las clases

Para Ángeles dar clases es un sentimiento y una vocación. “No soy chef, no estudié cocina, lo hago porque me gusta. Mi idea no es enseñar a hacer una salsa perfecta de restaurante, sino generar una experiencia alrededor de la cocina. Disfruto sobremanera atender a las personas, socializar, entretenerme, no es sólo picar cebolla. Tú vienes a la clase y te enseño cuatro o cinco recetas, lo importante es que aprendas a montar un plato y que los ingredientes puedas comprarlos en el supermercado. Lo bueno es poder entretener y estar con la gente, porque hoy en día todo gira alrededor de la cocina”.

Con la pandemia Ángeles y Bernardita se reinventaron. Al no poder hacer clases presenciales crearon toda la línea de comida preparada y congelada. Es ahí donde aparece, Cristián Lagos Álamos, quien dejó su trabajo en un Banco para unirse al proyecto, comenzar a explorar otras áreas y hacer crecer aún más el negocio familiar. “Creó la página web y nos sumó a Corner Shop, quedando a cargo de toda la producción de la comida. Está también nuestro papá, que se encarga de la distribución de los productos. Nuestra prima, Marcela Granella, está a la cabeza de la casa matriz de Vitacura; y mi otra hermana, Francisca, se vino a trabajar a la Dehesa con nosotras.

“Me encanta que se haya transformado en un proyecto familiar, para nosotras como Álamos Eyzaguirre, nuestra mamá es el alma de la familia. Nos ha mantenido a todos unidos, mis hijos tienen una relación casi como hermanos con sus primos, es muy bonito. Viajamos juntas, peleamos harto, pero no nos importa”, comenta Ángeles.

 

 

¿Algún nuevo proyecto?

Siempre. Algo que nos tiene muy emocionadas es que acabamos de cerrar con El Mercurio para sacar un libro de recetas. Lo segundo, es que en septiembre sale el primer viaje culinario de La Cocina. Partiremos a Lima con un grupo de 13 personas todo un fin de semana organizado por nosotras. Y tercero, una nueva línea de catering con La Tiendita donde se podrá pedir un menú con alguien que monte todo; y con otra opción para que lo sirvan.

Finalmente, Ángeles nos deja esta rica receta para compartir en familia.

Trifle de limón y gin and Tonic: 1 queque vainilla, 600 ml crema para batir, 2 cucharadas azúcar flor, 1 1/2 taza lemon curd.

Syrup de gin and tonic: 1/4 taza azúcar flor, 1/2 taza agua, 1 cucharada jugo de limón, 1/2 taza gin

Merengue italiano: 1/2 taza agua, 1/2 cucharada jugo limón, 2 tazas azúcar, 150 ml claras a temperatura ambiente.

Instrucciones: Cortar el queque en rectángulos de 5×7 cm. Para el almíbar de gin tonic, poner el azúcar, tónica y jugo de limón en olla a fuego medio, revolviendo, hasta que el azúcar se disuelva.  Cocine a fuego lento durante dos minutos o hasta que espese.  Retirar del fuego.  Agregar el gin y dejar enfriar. Para la crema batida, poner las cremas y el azúcar flor en un bowl de batidora eléctrica, batir hasta que se formen picos suaves. Reservar.

Para el merengue italiano, poner agua, crémor tártaro (pueden ser gotitas de limón) y   de azúcar en una olla a fuego alto. Cocine, revolviendo hasta que el azúcar se disuelva. Lleve a ebullición, reduzca el fuego a medio y cocine por 4 minutos.  Ponga la clara de huevo en el recipiente limpio de una batidora eléctrica y bata a velocidad alta, hasta formar picos rígidos.  Con el motor en marcha, agregue gradualmente el azúcar restante, 1 cucharada a la vez, batiendo por 30 segundos antes de agregar más.  Incorporar gradualmente el jarabe de azúcar caliente en un chorro fino y batir durante 4 minutos más o hasta que el merengue esté espeso, brillante y frío.

Para armar, colocar los trozos de queque en el copón rociar con almíbar de gin tonic.  Verter sobre esto la capa de crema batida y después cubrir con el lemon curd. Termine con cucharadas de merengue y con un pequeño soplete de cocina, tostarlo ligeramente hasta que esté dorado.  Servir inmediatamente. Y a Disfrutar!!!!

 

 

Para más información:

Instagram: @lacocinadeangelesalamos

@latiendita_deangelesalamos

Sitio Web: www.latienditadeangelesalamos.cl

 

 

Carlos Rosenberg

Read Previous

Carmen Aldunate, Pintora “Hubo una época donde lo pasé pésimo siendo mujer, porque rompí todos los cánones”

Read Next

Valdés Hagemann, Estudio de Arquitectura: “Ser consecuente con lo que se piensa y se hace es la única receta que otorga sentido e identidad al trabajo personal

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *