PELUQUERÍA FRANCESA Y BOULEVARD LAVAUD: LA TRADICIÓN DEL BARRIO YUNGAY NUNCA MUERE
Por Karina Arrepol Miranda
Contenido destacado: “Las palabras, son como el barro, si los tocas con el corazón, se transforman en arte. Y el arte es fundamental porque alimenta nuestros sentidos”.
“La arcilla es el material más noble que conozco, deja que lo moldees una y otra vez, que lo corrijas, que lo repares. Una pieza de arcilla puede esperarte paciente, días o meses a que la termines o puedes cambiar su forma original cuantas veces quieras mientras esté húmeda. Para mí, es uno de los materiales más fieles a la esencia del ser humano, porque vivimos siempre tomando decisiones, riesgos y caminos que no tenemos del todo certeros y la clave para ganar experiencia, es “vencer el miedo a…”. Así nos define Paulina Di Domenico su arte. Transmitiéndonos su amor y pasión por el trabajo que realiza en cerámica gres, que le permite moldear piezas utilitarias, escultóricas y decorativas, las que luego en contacto con el fuego, dan vida a una sublime y única pieza, con esmaltes que, en una combinación perfecta con el gres, nos hacen vibrar.
Nace una artista
Desde pequeña fue muy observadora, una niña curiosa que en cada rincón de su hogar encontraba un espacio donde dar rienda suelta a su imaginación, mas, había un lugar que, quizás, sería el primer testigo del nacimiento de esta artista “un subterráneo mágico, el fascinante taller, lleno de herramientas de mi padre, donde me creía carpintera y artista”, recuerda.
¿Qué es lo que más te emociona de crear con tus manos?
Me emociona ver cómo nuestro interior habla a través de las manos. En cualquier trabajo manual espontáneo, es nuestro inconsciente el que se expresa. Y descubrir ese lado oculto, tan personal, pero a veces desconocido de uno, es asombroso.
La cerámica gres es el material que constantemente te repite que no pasa nada si te equivocas, o vuelves a empezar, o corriges el rumbo o te dejas sorprender por el resultado, pero la pieza es tuya, salió de tus manos y debe ser perfecta para ti, no para los demás.
Ese principio va profundamente ligado a la pedagogía, otra de mis pasiones que he podido desarrollar en @eltaller.delapauli, donde cada día aprendemos tanto más que sólo arcilla. ¿Muy parecido a la vida, no?
Por eso el trabajo con barro es más que arte, es terapia espiritual, es meditación activa y expresión, siempre.
Quizás uno de los momentos más emocionantes de un artista es saber cómo y cuándo una pieza ha sido terminada, y sobre aquello Paulina señala “cuando la miro de lejos y me hace sonreír, me genera paz y de alguna manera me habla diciendo “gracias”, sé que el trabajo está terminado. Un agradecimiento mutuo entre creador y creación. Yo le agradezco a la pieza haber recibido mis sentimientos y ella me agradece haberla traído a la existencia”.
Pero esta virtuosa artista tiene otro talento. Utiliza y teje las palabras con mucha sensibilidad, creando poemas y escritos de todo tipo, lo que combina sagazmente con las cerámica gres. “Todo eso que absorbo del mundo, se devuelve expresado en poemas y en piezas de arcilla”.
¿De qué forma se conectan tus dos pasiones; la arcilla y la escritura?
Ambas pasiones expresan mi mundo interior, mis sentimientos, mis deseos, mis sueños. Siempre he sido una persona muy observadora, del paisaje, de los ruidos, las emociones de los demás. Entonces todo eso que absorbo del mundo, se devuelve expresado en poemas y piezas de arcilla.
Próxima a lanzar su libro de poemas y arcilla, Paulina nos cuenta que cada pieza de su colección personal estará enlazada a su respectivo poema, develando su intimidad en cada relato. Quién las vea, podrá sumergirse en las profundidades de su alma… “las palabras son como el barro, si las tocas con el corazón, se transforman en arte. Y el arte es fundamental porque alimenta nuestros sentidos”.
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