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En una privilegiada ubicación, rodeada de naturaleza con vistas a las montañas y al lago, se encuentra Das Dorf Hotel.
Por Gabriela Hales
Con una vista espectacular a las montañas y al lago, se encuentra este hermoso hotel con historia en un extraordinario predio de 12 hectáreas ubicado en el km 16 entre Villarrica y Pucón.
Un hotel familiar que nace de la mano de un par de arquitectos, Adolfo Fuhrhop y Edith Aguilera Benner.
Adolfo, parte diseñando y construyendo varios hoteles en la zona. Años después, ambos arquitectos deciden armar su propio hotel, rescatando la cultura, la tranquilidad de quienes viven durante el año en la región lacustre y las construcciones de las antiguas casonas coloniales. Aprovechando materiales de su propio campo y quinta, en Diciembre del 2020 abre sus puertas este hermoso hotel, con una puesta en marcha innovadora y diseñando nuevos proyectos para el complejo gracias a la incorporación de sus hijos, uno de ellos, el arquitecto emergente Cristian Fuhrhop.
Para conocer más de Das Dorf Hotel, conversamos con su dueña, Edith Aguilera Benner.
Un sueño realizado junto a tu marido, cuéntanos un poco más sobre este proyecto en conjunto.
Es una historia divertida porque dista mucho de lo que resultó finalmente. En un comienzo queríamos aprovechar el campo y sus galpones para hacer una suerte de hospedaje para mochileros, una “posada”. Entre muchos factores y principalmente el hecho de que Adolfo se encontraba diseñando un par de hoteles en ese momento, vimos que el diseño fue creciendo de a poco, a tal punto que miramos los planos y el sitio quedaba pequeño. Por otro lado, teníamos madera de unos planes de manejo que estábamos desarrollando, que sumado a piezas restauradas de los galpones no justificaba usar estos materiales en un hospedaje común y corriente como era la idea inicial. Teníamos el proyecto, los materiales, pero nos faltaba la vista, así que cambiamos el sector del proyecto más cerca de nosotros, hicimos unos ajustes y así fue escalando.
¿Qué se utilizó para la construcción del hotel con el fin de cuidar el bosque chileno? ¿qué fue parte clave de este proyecto?
Acompañado de un plan de manejo y reforestación, para ayudar al correcto crecimiento del bosque se pudo rescatar un poco de Lenga y Mañío, pero principalmente se sacaron todas las especies extranjeras que compiten contra el bosque chileno, como aromo o ciprés, que de por sí son maderas increíbles, de colores cálidos y perfumadas. Esto sería clave para las habitaciones, ya que le daría esa calidez del sur de Chile, un aroma grato y natural.
El hotel cuenta con 16 habitaciones. ¿Cómo fueron diseñadas?
Adolfo siempre fue un arquitecto que antes de diseñar hoteles construyó casas que tenían este carácter acogedor del sur. No te voy a decir que son las piezas más eficientes por metro cuadrado, porque no lo son, todas son grandes, partiendo de los 35 metros cuadrados interiores, hasta 75 metros, la más grande. Casi todas distintas, tratando de romper con la monotonía hotelera, y de hacer sentir a los huéspedes que están invitados a una casa del sur, más que quedándose en un hotel.
En ese entonces trabajaba en nuestra oficina la diseñadora Carola Angulo, quien se preocupó de ver con nosotros todos los detalles de las habitaciones. Tejió ella misma todas las mantitas del hotel, las cuales son distintas en todas las habitaciones, pero dentro de una misma línea, para darle unidad al proyecto. Los maestros de nuestra constructora eran también artesanos, por lo que con Carola y nuestros hijos, fueron armando el mobiliario y elementos decorativos del hotel, respetando los elementos de su cultura, pero ligándolos a la propuesta del hotel.
¿Qué ofrece hoy este hotel?
El Hotel es gran parte de lo que era el campo de la familia, el primer punto a favor es que tienes mucho espacio para diversas actividades y está muy cerca de Pucón. Dentro del complejo hay un par de senderos, uno de ellos te lleva a una cascada que se encuentra dentro de las dependencias del hotel. Cruzando la ruta principal entras a un sitio de tres hectáreas con bosque nativo y 200 metros de borde de playa.
Si bien estar retirados de Pucón mismo aporta tranquilidad, eso requiere que brindemos un servicio con todas las comodidades posibles para que las personas puedan permanecer en el recinto. Este año construimos una cancha de Pádel exclusiva del hotel, Hot-tub inmersos en el bosque que diseñó mi hijo con su oficina de arquitectura, Alarcón+Fuhrhop+Montalbetti, especial para esos días de lluvia tan característicos del sur. Por otro lado, siempre hemos tenido huertos y árboles frutales, por lo que decidimos ampliarlo para poder surtir al restaurant del hotel @Waldhauspucon, con productos frescos y orgánicos.
Sobre la gastronomía del hotel, el Restaurant Waldhaus, parte de sus preparaciones van de la mano de la recolección y el autocultivo, ¿que han logrado con estos conceptos?
Nuestro equipo de cocina ha sabido interpretar nuestras tradiciones y recetas familiares dándoles un vuelco a lo que es el reconocimiento del territorio, sus productos y la cultura local.
Parte esencial de nuestra cocina consiste en reconocer el entorno, aprovechar la riqueza y abundancia que proveen los bosques del sur. Carta fundamental de esta propuesta es la recolección, tanto en las nueve hectáreas pertenecientes al complejo, como en los rincones más inhóspitos de nuestra región, donde semana por medio nuestro chef sale a recolectar él mismo los productos. Consecuentemente, hemos centrado la atención en producir nuestra propia materia prima; plantas, flores y madera, desarrollando una propuesta sostenible y de investigación en el desarrollo de la horticultura, tanto para el restaurant, como para la coctelería.
¿Algunas novedades para este año 2023?
Siempre hay que implementar mejor equipamiento y actividades dentro del área, por ejemplo juegos infantiles. Queremos centrarnos este año en crear alianzas claves con empresas para ofrecerles paquetes especiales para sus clientes o a ellos mismos, como por ejemplo coaching o retiros, con un foco más ligado al descanso, la desconexión y una gastronomía destacada. Creemos que se puede armar algo interesante, desde paquetes más básicos de estadía, hasta poder producir pequeños eventos o ferias que el recinto gracias a sus dimensiones les permita.
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