• mayo 12, 2024

Julio Maturana, Decorador de Interiores: Un mueblista pura sangre

Por: Doris Cancino

 

“He sabido mantener un hilo conductor: la espectacularidad y teatralidad”

 

“Tengo una relación con mis clientes bastante íntima”

 

Fue en la tienda de su padre donde Julio Maturana comenzó a desarrollar su pasión. Tenía sólo 17 años. Luego de un año, se independizó. Desde entonces, el destacado decorador nacional, autodidacta, y con una personalidad única, ha logrado cimentar una sólida trayectoria. “Gracias a mis ahorros decidí arrendar una tienda, siendo mi madre fundamental en ese proceso, pues tuvo una visión maravillosa al encontrar el lugar donde estuvimos durante 12 años en la comuna de Providencia, y que me abrió camino en el mundo de la decoración”, recuerda. En busca de nuevos horizontes llegaron a la comuna de Vitacura, en lo que hoy es la entrada de un reconocido centro comercial. Ahí permanecieron durante 17 años, para luego trasladarse a su actual tienda (Nueva Costanera 3766), que visitamos y compartimos en esta entrevista con ustedes.

 

Familia de mueblistas

Su padre era una persona muy tradicional, con un gusto clásico y de carácter fuerte. Julio en cambio, es de vanguardia y con una personalidad fuera de lo común, que no pasa desapercibida. A pesar de sus diferencias, el gusto por el diseño y los muebles fue algo que los unió. “Desde siempre me gustó todo lo relacionado con el diseño, en especial el de vestuario, pero la vida me llevó a la decoración de interiores. Creo que fue a través de la herencia emocional de mi padre. Mis primeras palabras fueron André-Charles Boulle”, sonríe refiriéndose al ebanista más famoso del reinado de Luis XIV.

Todo este gusto y pasión se fue dando, “sin duda por el trabajo de mi padre Julio Maturana Vergara, quien llegó a tener cinco tiendas de muebles. Fue imposible no impregnarme de sus conocimientos y absorber cada uno de los detalles. Algo que aprendí de él, y que es muy importante en este oficio, es que siempre debes ser tú, no copiar. No puedes buscar dar en el gusto a la gente, son aquellos que tienen tú mismo gusto los que se tienen que acercar a ti”, enfatiza.

 

“Mi vida siempre ha sido rara en todo sentido, tengo una personalidad y un gusto muy particular. Me gusta lo ecléctico, lo mejor de cada estilo para lograr así un ambiente armónico. En general por cómo me visto o actúo, es lo que me hace ser Julio Maturana Galli, es fundamental tener identidad a lo largo del tiempo. Personalmente, he sabido mantener un hilo conductor: la espectacularidad y teatralidad. En lo puntual, siempre fui de los barrocos el más barroco, traté de ir un poco más allá, pero sin cambiar la base ni la atmósfera… mantuve la esencia”.

Y continúa, “me gusta la decoración que se ve intervenida por un profesional, esa es mi función. Tengo que interpretar a cada cliente, llevarlo de la mano como si fueran niños, porque si una persona tiene tan claro lo que quiere no necesita un decorador, entra a la tienda a comprar lo que le gusta. Las personas creen saber lo que quieren, pero al mostrarles alternativas, todo empieza a evolucionar y a tomar consistencia. Siendo el resultado, una decoración que se ve realizada por un profesional con oficio. Y este último, te lo da la vida, la experiencia y los años”.

Observamos en sus espacios, la cuota de sofisticación exacta que le permite mantener un equilibrio en la decoración. Ese balance sin extremos considera, “es genético, el gusto se traspasa de generación en generación. Tú tienes el concepto de armonía en la sangre, hay cosas que no podría hacer jamás, que están por sobre mi naturaleza. Siempre se va caminando por el filo de la navaja, por eso es importante buscar una buena asesoría, ya que el decorador es como tu doctor de cabecera o tu dentista, es tan íntimo como eso. Y con los años, he visto que se hereda. A estas alturas, yo atiendo a la tercera generación de mis clientes, ahora estoy con sus nietos. Habitualmente, en familias que son muy tradicionales y unidas, el decorador se hereda. El prestigio es como la pasta de dientes, tú lo sacas una vez y no hay vuelta atrás”, enfatiza.

 

 

Bullying Escolar

Su infancia la recuerda muy familiar y llena de bonitos momentos. No obstante, eso dista mucho de lo que sucedía en el ámbito escolar. “Por el hecho de ser gay y evidentemente parecerlo, lo pasé pésimo en los colegios. Hoy se llama bullying pero antes se llamaba tortura. Fue una experiencia siniestra. Estudié en uno de los colegios más tradicionales de Chile, pero a los 12 años decidí dejarlo. Era un muy buen alumno con promedio 7.0 en matemáticas, incluso me querían dejar becado, pero por nada del mundo habría seguido ahí. Fui muy perseguido, conocí todos los baños, me escondía en los recreos, hasta que en un minuto le dije a mi mamá que no volvería más. Luego, me cambié a un colegio mucho más pequeño, pero en segundo, tercero y cuarto medio, preferí dar exámenes libres. Hasta los profesores se burlaban de mí, fueron muy crueles. Sin embargo, agradezco haber podido contar con mi mamá, quien es hasta el día de hoy un pilar emocional fundamental en mi vida, a pesar de haber muerto hace ya 30 años”, nos relata emocionado.

Esta dura experiencia, le ha permitido crecer y sobre todo respetar las diferentes personalidades de quienes lo rodean, reflexiona. “Siempre he aceptado a todos, para mí no hay gente ni clara ni oscura, somos todos verdes; y eso mismo se lo enseñé a mis sobrinas, que en realidad son como mis hijas, no existe el gordo, no existe el flaco. Toda esta tendencia de la igualdad la he practicado siempre, y por eso tengo muy claro que lo realmente importante, es la esencia de las personas”.

 

Democratización del diseño

Optimista en cómo han evolucionado los chilenos en estos últimos 30 años, nos comenta “con toda esta apertura mundial, es impresionante cómo la gente se ha sofisticado. Con un click tienes todos los diseños del mundo, eso nos ayuda, porque la tienda es de vanguardia; y tanto esta última, como el diseño se aprenden. Son gustos adquiridos, sobre todo lo estético. Por eso es necesario viajar y conocer, para sofisticarse, y eso lo haces a través del tiempo a partir de tu propia sensibilidad. La decoración de interiores no es para todo el mundo, eso es super importante entenderlo, así como no para todos es el fútbol. Creo que las cosas tienen ámbitos distintos y la raza humana es muy diversa, donde la decoración es un segmento cada día menos elitista, pero que requiere una sensibilidad especial”.

Muy consciente de los beneficios que significa estar conectados con el mundo aclara que, “un alto diseño no implica sólo un costo elevado del producto, sino por el contrario tiene que ser asequible para todo el mundo. Se ha democratizado el diseño y eso para nosotros como decoradores nos ha ayudado mucho, independiente que el mueble sea una belleza en lo estético, tiene que poder ser accesible para nuestros clientes”.

 

La adaptación y reinvención es algo que vive a diario, y está muy consciente de los cambios e importancia que representa el cuidado del medio ambiente. Por ello, promueve la utilización de materiales orgánicos y proveedores certificados que van en línea con la sustentabilidad. Afirma, “esas son las tendencias que uno sí sigue universalmente, porque la tierra está colapsada y sobreexplotada. Por ello, tenemos que hacer un aporte por mínimo que sea y nuestra materialidad está absolutamente en esa línea. En general, no me considero un seguidor de tendencias, yo soy la tendencia”, sonríe.

Hace hincapié en que, “sí hay una tendencia universal para mí, que es ir construyendo tu vida en consecuencia a los actos que realizamos. No obstante, vamos siguiendo igualmente tendencias y nos actualizamos en base a eso, donde lo importante es no copiar y mantener la esencia… es algo que no podemos perder”.

 

 

Dentro de sus materiales predilectos está el acero dorado y plateado, el terciopelo por su versatilidad, y los linos mezclados con seda. La variedad de revestimientos presentes en el mercado le permite jugar, por ejemplo, al utilizar láminas de oro o plata, y realzar los muros con colores. “Soy de colores que en sus combinaciones se ven dramáticos, como negro con dorado, grises con rojo o el naranja quemado clásico de Hermès. Los dormitorios en cambio requieren colores más tranquilos, en tonalidades pastel o color taupe”, nos comenta. Esos colores y combinaciones los pudimos apreciar en su tienda, donde al entrar, el primero que nos recibe amablemente es Guillermo Vásquez, su socio por más de 20 años, y su hermana Alejandra Vásquez, quien también forma parte del equipo. “Nos llevamos como una familia, nos agarramos del pelo, pero nos amamos. Está también mi secretario de toda la vida, quien trabaja conmigo hace 41 años. No sé qué pasa, pero el que entra a este equipo, no se va más. Sin embargo, hay cosas que tenemos que subcontratar como los fletes de muebles en formatos más grandes. La prestación de servicios de la tienda consiste hasta en dejar el champagne en el refrigerador y las velas del candelabro encendidas. Recién ahí es cuando me voy. Me encanta que la dueña de casa se vaya al mall, por ejemplo; y si no se pone a llorar cuando vuelve, significa que no cumplí mi trabajo. Muchas personas se emocionan y les cuesta comprender el cambio que se generó. Tengo una relación con mis clientes bastante íntima, soy de hacer relaciones en general, me gusta mucho el trato humano”, enfatiza.

 

La reinvención y cercanía con sus seguidores se ve diariamente en su cuenta de Instagram, nos relata “para mí ha sido psicoterapia, yo debería pagarle a Instagram cada vez que hago un live o publico mis tips semanales, porque me han permitido un acercamiento con la gente. Lo paso muy bien, porque además soy muy histriónico, tengo frases muy graciosas que disfruto de compartir; lo que me hace tener una personalidad absolutamente distinta. Soy un ser humano como cualquier otro, me río mucho de mí mismo. Sé que es una cuenta diferente, y ahí está parte de mi consecuencia y personalidad, y al que no le gusta, que le parece demasiado loco, diferente, histriónico o muy gritón, que no lo vea”, sonríe.

 

¿Algún consejo a la hora de decorar?

Qué se hagan asesorar por un decorador con el cual tengan feeling. Es básico hablar el mismo idioma y estar en la misma frecuencia. Eso es más importante que lo estético, y comprender que cada casa, es un universo.

 

Para más información:

Instagram: @maturana.julio

Sitio Web: www.juliomaturana.cl

 

 

 

 

 

Carlos Rosenberg

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