• abril 28, 2024

Luz María Benavente, artista visual “La pandemia nos regaló a los artistas el replantearnos nuestro oficio”

Por Valentina Adones

Con una carrera artística de más de veinte años, Luz María Benavente, ha logrado varios premios con su trabajo que la ha llevado a exponer sus obras en las mecas del arte como París y New York.  Todas sus creaciones vienen cargadas de colores en donde se sobreponen unos con otros, dándole vida a piezas abstractas, llenas de significados.

Desde su pasión por el arte también ha experimentado en la escultura y cerámica, pero es en el lienzo en blanco donde Luz deja fluir completamente sus inspiraciones en su taller.

“Desde muy chica me gustó pintar, era una niña muy creativa, constantemente estaba pensando  en el último proyecto que quería hacer. Mi abuela materna era pintora, de ella aprendí mucho. Siempre supe que iba a dedicarme a la pintura, soy autodidacta, no estudié arte y soy Diseñadora Paisajista. Me dediqué muy poco al diseño, porque nació mi hija mayor (hoy 25 años) y quería  quedarme con ella. Me puse a pintar y todo fluyó. Me empezó a ir bien, empecé a vender mis cuadros y obviamente, tenía sentido mi decisión. Hoy soy mamá de cuatro hijos adolescentes. Todos  crecieron viéndome pintar, siempre mi taller estuvo lleno de juguetes y chupetes, fue  el lugar donde se hacían tareas y se celebraban cumpleaños. Hoy miro para atrás y fue la mejor decisión el giro que le di a mi vida, amo pintar y lo necesito todos los días”, recuerda Luz.

 

 

¿Cuál ha sido tu mayor desafío al trabajar en este mundo de las artes?

La creatividad, superarse a sí mismo, darle una vuelta más a lo que tienes en la cabeza, siempre ponerse metas altas y cumplirlas. Exponer constantemente y mostrar algo distinto, a lo que ya expusiste antes. Hacer de tu arte un trabajo rentable y al mismo tiempo, que sea atractivo al espectador.

¿Y cómo es tu proceso creativo?

No para nunca, estoy manejando, cocinando o haciendo cualquier cosa y estoy pensando en ese cuadro que no funciona. Trabajo todos los días en mi taller, a veces los fines de semana y casi todo el verano. No puedo estar sin pintar, es como que me falta el aire, me pongo de pésimo genio cuando no pinto.  Siempre empiezo manchando una tela, con cualquier color, y luego voy tratando de interpretar lo que la tela quiere decir. Es casi como si la tela me hablara. Como si tuviera algo en sus fibras, que tengo que interpretar. Hago pequeños bocetos o telas de estudio, donde practico los movimientos de las manchas y los gestos. Pero la mancha debe ser espontánea si la practicas mucho, pierde su esencia.  No se cuánto me demoro en hacer un cuadro, a veces muchos días, semanas o meses y a veces es mágico, todo funciona y sale rápido.

En su taller, nos cuenta, “nunca faltan el café, varios, la buena música, galletas de avena y acrílicos de diferentes pedigríes. Las marcas no me importan mucho, pero si la cantidad, porque estoy haciendo unos formatos gigantes. Trabajo con esmaltes acrílicos, aguarrás, látex al agua, acuarelas, tintas chinas y temperas. Trabajo también con grabados antiguos que voy pegando en trozos (hechos por mi), papeles de diario y cualquier papel que me sirva. Como soporte uso principalmente bastidores con tela, cartones de piedra, y papel de algodón para acuarela”.

 

 

¿Cuál es tu próximo proyecto?

A fines de septiembre inauguro mi exposición individual número 16, en la Galería la Sala. Todo el proceso creativo lo empecé en la pandemia, donde no estaba cerca de mi taller, no tenía todos los materiales que necesitaba, no tenía espacio para pintar, pero sí un tiempo infinito. La pandemia nos regaló a los artistas el replantearnos nuestro oficio.

Yo tenía que empezar a pintar esta exposición y no tenía nada. Solo tenía unas telas castigadas que por su formato enorme, nunca había podido abordar y otras dejadas de lado en la bodega de mi casa. También tenía una caja pequeña de acrílicos, pasta de zapatos, pasta de dientes y todo lo que fui encontrando para pintarlas. Fue impresionante sentirse con esa inmensa cantidad de horas disponibles y poder reformular tu propuesta desde otra mirada. A mi en lo personal, me hizo acotar el lenguaje y la paleta. La restricción de recursos fue un regalo para mi pintura.

 

 

 

Para más información:

@luz_benavente_art

 

Para más información:

 

Instagram: @luz_benavente_cl

Página web: www.luzmaria.cl

Mail: luzmaria@luzmaria.cl

 

 

 

 

Carlos Rosenberg

Read Previous

Guzmá&Blanco: “Hoy están de moda las líneas naturales, las texturas y lo orgánico”

Read Next

Julio Maturana, Decorador de Interiores: Un mueblista pura sangre

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *